Seguro que todos tenemos en nuestra vida, algún colega pesadilla que no le gusta el basket. Va de rockerillo y suele dejarnos caer que el deporte y su seguimiento es más para gente que vive en cuevas… Ok, lejos de caer en el estereotipo, dejémoslo como una broma, que no nos influya, eso sí, en la moda Converse.
Pero seguro que tenéis esa colega; ese novio, novia, marido, mujer, amigas o amigos que llevan unas Converse y no saben que llevan en los pies, una de las joyas del basket. No fueron las primeras zapatillas para jugar al basket, si fueron las primeras de basket -entiendo que en los días de las cestas de melocotones del señor Springfield se jugaba con cualquier cosa. Es más, no perdáis el momento de empoderamiento de historia de la cesta para decirle que Chuck Taylor, fue el tipo que con un coche y una canasta, fue predicando el juego y las zapatillas allá por donde pasaba.
En fin, que de viejo, me puede dar algo. Pero a lo que vamos es que Converse trata de volver a la NBA, que al fin y al cabo, es de donde nunca se ha ido. Su segundo y gran movimiento contemporáneo ha sido firmar a Draymond Green. Sí, sí… al mismo Green. La verdad es que le pega todo. Hace 4 veranos anduvo por España, y sin ‘bling bling’ -mucha joya- y sin ropa más llamativa, me llamó la atención por ser uno de los jugadores de la NBA más ‘normales’ en aspecto que recuerdo. Así que bueno, le pegan unas All-Star para ir por la calle.
Ah, antes de meterse en el lío de la historia de Converse y la NBA, solo decir que NO deja Nike, se va al equipo filial. No en vano, allá al comienzo de este siglo, en 2003, la marca de la Diosa de la Victoria compró Converse: su único objetivo es hacerse con una de las zapatillas más vendidas de la historia: La Converse All-Star ‘Chuck Taylor’.
Para situarnos en el papel de Converse en la NBA y el basket actual os propongo repasar por puntos rápidos el camino de Naismith a Draymond.
Chuck Taylor. Hecha de tela y con la puntera de goma en 1917 en Massachussets, hasta 1920 no recibe cambios definitivos, gracias a la aportación de Chuck Taylor. Éste fue comercial de la empresa y apasionado del basket que se dedicó a dará charlas y a difundir el basket por la red de colegios YMCA de los Estados Unidos. Y de aquí, sin parar.
1936. El primer partido de la USA Basketball oficial contó con todos sus jugadores calzándolas; en 1939, Oregon y Ohio St. las llevaron en la final del campeonato NCAA; o en 1949, cuando se jugó el primer partido de la NBA como Liga, todos y cada uno de los tipos que pisaron la cancha, las llevaban en sus pies.
1979. Tree Rollins, en el AllStar de ese año, fue el último jugador en llevarlas. La cosa estaba cambiando, la tecnología iba llegando y por el camino, fueron protagonistas de las guerras de Chamberlain contra Russell, de los triples dobles de Oscar Robertson…
Jordan. Desde que aterrizó en Chapel Hill, Michael tuvo que calzar Converse. Ya por aquel entonces alguien le había dado dinero a Dean Smith para que su equipo fuera vestido y calzado por la marca de Massachussets. Todas sus grandes actuaciones fueron con una nueva versión, más moderna y fiable que las Chuck Taylor, vistas como objeto en extinción.
1986. Larry Bird y Magic Johnson habían dividido por años los EEUU, en raza y en equipo. Un blanco y un negro que se llevaban mal, porque de las veces que les habían enfrentado, ellos mismos se imaginaron al otro como enemigo. Hasta que Converse les juntó en French Lick, la casa de Bird, para rodar un anuncio. Y de ahí, conociéndose nació una larga amistad y un mito: las Converse Weapon.
Wade. La verdad es que los años han puesto a cada uno en su sitio. Con las Weapon se volvieron a rescatar a grandísimos jugadores que calzaban la marcador ejemplo ‘Dr. J’, pero la brutal entrada de Nike en el mercado junto con Adidas que nunca se fue, las marcas sin tanto soporte monetario se fueron por el WC. Durante años, Converse lo ha intentado, más recientemente con Wade.
Flash firmaría nada más salir de Marquette en la NCAA, y desde Miami lideró la ofensiva de Converse con viajes al AllStar y sí, ese primer campeonato vs. Dallas en 2006. Luego se iría a buscar dólares a China…
2019. Converse anuncia su vuelta al juego, con una silueta similar a la Chuck Taylor, pero con la buena nueva de ser de la mejor tecnología de Nike. La primera cara en llevarlas fue un influencia como Kelly Oubre, un tipo especial para las cámaras y con cierto toque distinguido para vestir. Ahora, llega Green… cualquier tiempo pasado nos parece mejor.